En 1987 nacieron los Simpson y se celebró la primera edición de los Premios Goya en España. Un español, Mayor Zaragoza, fue elegido director general de la UNESCO y la pareja formada por Margaret Thatcher y Ronald Reagan asentaba los cimientos del que iba a ser un mundo feliz en el que la Unión Soviética se comenzaba a disolver como un azucarillo en un vaso de agua. El SIDA era una pandemia de proporciones desconocidas e Internet se encontraba en mantillas, tan sólo una expectativa adelantada por visionarios que conocían de los entresijos de una tecnología desarrollada por centros de vanguardia en EEUU. Felipe González gobernaba en plenitud de facultades y España se iba adentrando por itinerarios de modernidad y transformación.
En 1987 echó a caminar Laya Producciones. Un proyecto modesto, profesional y entregado, asentado en el esfuerzo y la vocación de sus creadores y con la firme determinación de abrir un hueco en el sector audiovisual sobre la base del trabajo bien hecho, la confianza de los clientes y el compromiso con el futuro. Han pasado treinta años, el esfuerzo dio sus frutos y las ilusiones siguen intactas. La transformación y la innovación, el impacto de las nuevas tecnologías y el profundo cambio que ha vivido el mundo audiovisual han sido un reto, un desafío y una oportunidad. Ahí estamos.